¡SIENTO TANTA ENVIDIA QUE VOY A EXPLOTAR!, me soltó una de mis clientas, expatriada hacía seis meses.
Fue muy intenso. Siendo psicóloga y coach para expats, decidí comenzar con esta serie de publicaciones y declaraciones sobre todas las emociones, porque pasé por muchos momentos como el que les voy a relatar a continuación.
La historia de una expat
Una clienta encantadora, expatriada desde hacía seis meses, me comentaba que su vida en el extranjero no se parecía en nada a lo que ella había soñado. Me describía con lujo de detalles cómo se sentía en esa situación.
Luego de casi 40 minutos de charla, y un par de preguntas un tanto provocativas, lanzó esta bomba: Gabriela, “siento tanta envidia que voy a explotar”. Al principio sollozaba, luego lloraba a los gritos hasta que finalmente se calmó y sonrió con alivio por haberse sacado semejante peso de encima.
Lo que sucede es que tiene una amiga que llegó al mismo país que ella hace apenas tres meses. A pesar de que no habla el idioma del país en cuestión, ya tiene trabajo y un par de amigos que la están ayudando a adaptarse a esa cultura nueva.
A mi clienta le está costando horrores lidiar con esos dos temas en especial: encontrar trabajo y hacerse de amigos. Por lo que al ver que su amiga le ha sido “tan fácil”, se siente frustrada, enojada y triste.
Su amiga le recuerda permanentemente que ella no ha podido conseguir lo que tanto anhela. Luego de un tiempo, reconoció que lo que estaba sintiendo era envidia. Al hacerlo, se sintió avergonzada y culpable en un principio, pero luego aliviada. Le puso un nombre a su emoción, la aceptó y la está trabajando.
¿Cómo puedo enfrentar la envidia que siento?
- Identificando la emoción: ponerle un nombre es muy importante y es el primer paso para que empieces a sentirte mejor
- Aceptando: está ahí y debes permitirte sentirla
- Escuchando qué tiene que decirte, en este caso, la envidia: “porqué me siento así”, “qué le está faltando a mi vida”, “qué necesidades no estás satisfechas”
- Actuando: analiza toda la información que te ha dado la envidia e intenta cambiar todo aquello con lo que no estés conforme en tu vida. Es probable que no te hayas dado cuenta hasta ahora que le has puesto nombre a esa emoción y que reconoces que es envidia
- Hablando sobre ese sentimiento: entiendo que te resulte difícil, porque la vergüenza nos juega una mala pasada. Entonces, intenta escribir sobre ella, necesitas expresarla y erradicarla de alguna manera, ya sea hablando o escribiendo
Cuatro recordatorios para ti, para cuando sientas envidia siendo expat
1.- TODOS sentimos envidia alguna vez… sí, TODOS. No importa si lo niegan, todos hemos experimentado esta emoción en algún momento de nuestra vida. No estás sola/o en esto
2.- No permitas que la envidia te defina. No eres una persona envidiosa, simplemente es un sentimiento que te invade en este momento y ya pronto pasará, apenas la aceptes. Las emociones son transitorias y no definen tu personalidad.
3.-Como expatriados somos más vulnerables a la envidia. Así que no sientas vergüenza, es normal y, lo más importante es que te prometo que pasará.
4.- Mantra: las emociones no son buenas o malas, incluso las menos deseadas nos pueden brindar información y nos pueden ayudar a sentirnos mejor.
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