¿Cuántos idiomas hablas? Como expat, lo más probable es que estés aprendiendo otro idioma además de tu lengua materna. Probablemente vivas una vida expat multilingüe.

Yo soy chilena, así que cuando me convertí en expatriada en Viena empecé a aprender alemán. Mi pareja de entonces hablaba alemán y español, y cuando nos comunicábamos siempre hablábamos en español.  Sin embargo, cuando me convertí en expatriada, me puse ciertas expectativas en cuanto al aprendizaje del alemán.

Si has leído mi anterior entrada en el blog “Las alegrías de aprender un idioma” conocerás mis luchas y cómo era como otro mundo. Otra lógica.

Sí, había momentos en los que me sentía como una cavernícola, cuando quería decir algo ingenioso o decir lo que pensaba en alemán, no podía.

Hay diferencias semánticas entre las lenguas y las palabras. Cuando estamos aprendiendo un idioma, puede ser difícil entender estas diferencias e inevitablemente, en algún momento, alguien te mirará como si estuvieras loco porque acabas de preguntar algo completamente diferente y sin relación con lo que pensabas que estabas pidiendo.

Multilingüismo en las relaciones

Una de las primeras discusiones multilingües que tuve con mi entonces pareja fue en español (él habla alemán como lengua materna). Me lanzó esta bomba “Eres patética”. ¿Te imaginas cómo me enfadé?

Resumiendo:

Definición inglesa (y española) de Patético: Lamentable, absurdo, risible

Definición en alemán: Dramático, teatral

Después pudimos reírnos de ello, pero son las pequeñas diferencias como ésta, sobre todo si se hacen en público, las que pueden hacernos sentir rabia, vergüenza y miedo. 

Me pasó lo mismo cuando intenté chantajear a un limón delante de mis compañeras de trabajo.

Necesitaba desesperadamente mi té de jengibre y limón. Vi a una de mis colegas en la cocina y le pregunté:

“¿Dónde está el chantajista de limón?”

Verás, exprimidor de limones en alemán es “die Zitronenpresse”.

Le pregunté por el ZitronenERpresseR. Eso significa el chantajista del limón.

Ser multilingüe es un don

Hablar más de un idioma es algo que muchos expats dan por sentado. Se “supone” que dominamos el inglés (por supuesto si no es nuestra lengua materna) porque somos internacionales y también la lengua de nuestro(s) país(es) de acogida.

No lo olvidemos: ser multilingüe es un talento.

Tienes la capacidad de elegir tus palabras. A veces puede que no sean las correctas, pero las personas multilingües tienen la opción de abrir un cajón diferente y elegir esa palabra.

A veces, cuando hablo, utilizo algunas palabras en alemán y termino el resto de la frase en español. La palabra alemana puede resumir exactamente lo que quiero decir, y no tiene el mismo efecto en español o en inglés.

Es una genialidad. Es un regalo. Y es algo especial.

No es algo que demuestre que no eres lo suficientemente bueno en algo. Es todo lo contrario.

Nos esforzamos tanto por alcanzar esta perfección. Esta expectativa que ponemos en nosotros mismos. Pero, ¿qué es la perfección?

¿Qué quieres lograr con la perfección?

Sí, intenté chantajear a un limón, pero sólo intentaba hablar y ser clara y eso obviamente no funcionó, pero sí funcionó de otra manera. Mis colegas se abrieron más a mí. Se acercaron más a mí porque no estaba cohibida por mi lenguaje.

No dejé de sentirme avergonzada o enfadada, pero opté por centrarme en la parte divertida del error.

El nivel de competencia que tienes en un idioma puede cambiar, y lo más probable es que cambie, a lo largo de la vida. Tu situación personal cambia y sigue cambiando, los idiomas que hablas, cambian con eso.

Ser expat tiene que ver con la comunicación y la conexión. Puedes conectar a muchos niveles con mucha gente en tres o más idiomas. Tienes identidades diferentes en idiomas diferentes, pero tu esencia es la misma.

Recuerda, no todo el mundo puede hacer lo que tú haces y lo que tú puedes hacer es un regalo por imperfecto que sea.

Nunca tengas miedo de hacer lo tuyo, la gente que formará parte de tu vida te aceptará hables como hables. Así que no te culpes ni te castigues porque creas que hablas mal o no lo suficiente.

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Gabriela

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Gabriela asesora a mujeres expatriadas en español, inglés y alemán.